26 de febrer 2007

Las tribulaciones del oso Yogi

Nos hallamos en el tranquilo y apacible Parque Yellystone, donde el pícaro Oso Yogi y su inseparable compinche de aventuras Bubú tienen instalada su morada. Ambos se disponen a emprender su habitual paseo matutino anterior al almuerzo, y de paso, inspeccionar las inmediaciones del paraje en el que tienen previsto perpetrar su próxima fechoría en el menor tiempo posible, con la mayor eficacia, al margen de la estrecha vigilancia a la que les tiene sometidos la autoridad del lugar. Todo va como de costumbre, y llegan los primeros turistas provistos de las típicas cestas repletas de exquisitos y suculentos manjares, en los que seguramente ya habrán reparado los golosos ojos de nuestros dos simpáticos amigos. Mas, noticias llegadas de muy lejos, darán al traste con la secuencia lógica de los acontecimientos por todos conocida, sumiendo en la incertidumbre el despreocupado Carpe Diem, y el Beatus Ille en el que trascurren sus plácidos días.

­¡Huohohoyyy! ¡Búbú! Acabo de darme una vuelta por la cabaña del guardabosques y no me he podido resistir: le he afanado este teletipo. ¡Oso que está informado nunca será cazado! Veamos qué dice su titular: "El rey de España mata un oso borracho". ¡He! ¡He! ¡He! ¡Heyyy! Veo la sorpresa en tu gesto Búbú. Yo también he entendido lo mismo. ¡Craso error! Por esta vez, el rey de copas no es quien nosotros pensamos, sino nuestro congénere, el bueno de Mitrofan, otrora alegre y dicharachero colega del osito Misha, a la sazón, mascota oficial de las Olimpiadas de Moscú.

No sé a ti, ¡Búbú! ¡Pero me da en la nariz que no ha sido limpia la lid! Nuestro camarada apenas contaba con tres añitos de edad, pesaba sólo 150 kg, y a fe mía que era goloso y glotón como todo hijo de vecino, pero nunca probaba el alcohol de no ser obligado a ello, pues era abstemio. Veamos qué más dice: Bla, bla, bla, un periódico ruso, el "Kammersant", se hizo eco del suceso, hará cosa de una semana, gracias a la denuncia interpuesta por el vicedirector del departamento para la protección y el desarrollo de los recursos naturales de Vologda. ¡Hey! ¡Ahí es nada! Llamado Sergei Starostin. Bla, bla, bla. Este alto funcionario ruso destapó la lamentable y bochornosa práctica con la que su Gobierno tiene a bien agasajar a los más ilustres mandatarios extranjeros que les visitan, cuál es ¡Huohohoyyy! ¡Búbú! ¡Agárrate fuerte las orejas! Organizar cacerías amañadas donde los animales somos debidamente drogados momentos antes de ser puestos a tiro en el coto de caza, negándosenos así toda oportunidad. ¿Qué te decía? ¡Habráse visto! Pero continuemos con la lectura ¡Búbú!, de ello podría depender nuestras vidas. ¡Si no dejas de leer nada dejarás de saber! ¿Te lo puedes creer? Aquí se refieren a Mitrofan como la «pobre bestia» ¿quién es el bestia? Más abajo dice que antes de dar comienzo la cacería, nuestro correligionario disfrutaba de su dichosa existencia en su veraniega residencia de Novlenske, donde de buenas a primeras fue capturado, metido en un deplorable cajón-jaula y trasladado sin miramientos a tan fatídica farsa. ¡He! ¡He! ¡He! ¡Heyyy! ¡aquí lo dice bien claro: durante el penoso trayecto se le suministró un colosal mejunje de rica miel, aderezada con abundante vodka de la peor calidad. ¿Te das cuenta? ¡Esta es la nueva treta que han ideado para darnos caza y captura! ¡Pero yo soy un oso muy listo! De ahora en adelante, nos abstendremos de sustraer a los turistas cesta alguna, por si un agente secreto al servicio de su majestad, deseara tendernos una trampa.

Huelga decirte ¡Búbú! lo piripi que salió de su triste habitáculo el pobre Mitrofan. Por supuesto, la Casa Real ha desmentido rotundamente el incidente. Pero fuera de las fronteras, de su coto mediático, sus palabras no deben gozar de mucho crédito, pues a la creciente repercusión diplomática, a la carta abierta que la actriz francesa Brigitte Bardott le ha remitido publicada a su Alteza en los distintos medios europeos, a la enérgica protesta de repulsa expresada por distintas organizaciones internacionales, ahora se ha sumado el propio presidente de la región de Vologda, V. Pozgalve, quien superado por los acontecimientos, se ha visto forzado a abrir una investigación para esclarecer los hechos por los que el mismísimo Putin, desde el Kremlin, ha mostrado su interés, no en vano es presidente de una vasta nación, conocida en todo el orbe, como el Gran Oso Ruso. Pero no te hagas ilusiones ¡Búbú!, no seas iluso. Mientras ande suelto tan soberano irresponsable, tú, yo y todos los de nuestra especie estaremos en peligro. Por ello, ya podemos ir advirtiendo a Ricitos de Oro, para que a su vez, dé el parte a los Tres Ositos, y que éstos pasen la bola al Osito Misha, a Balú, en la India, a Yakie el osito, a Ben, en las Montañas Rocosas, hasta, no estaría de más, que se diera la voz de alarma a los ositos de peluche, incluidos, los de Froilán y toda la cuchipanda, todo sea que el mequetrefe de su abuelo, despechado por no encontrar ejemplares en la fauna, la emprenda a tiro limpio con ellos.

¡Hey! ¡Búbú! No creas que he empleado la expresión «soberano irresponsable» de modo coloquial y arbitrario, ¡muy al contrario!, resulta que este individuo está sancionado por la Constitución española como un auténtico y genuino irresponsable. Es decir, que carece de responsabilidad. Y por consiguiente, haga lo que haga, diga lo que diga, no puede ser juzgado ni llevado ante tribunal alguno, pues Su Majestad, en esto, como en todo lo demás, parece estar por encima de la ley, cuando con idénticos hechos otros ya se encontrarían al margen de ella, o en la cárcel. Y claro está, ¡Bubú! él, sin vergüenza, trapisondista donde los haya, se jacta de sus trofeos obtenidos ora en Tanzania, ora en Tailandia, sin ser tenido por ello como sanguinario turista reincidente. Pues ahí donde lo ves, la tiene tomada con los de nuestra preciada piel. Al menos así lo deduzco yo de otro turbio asunto acaecido allá por la primavera de 2004 en Rumanía, donde también pereció un colega en oscuras y etílicas circunstancias andando el susodicho por medio.

Sin que sirva de precedente, he perdido el apetito ¡Búbú! Será mejor recogernos e invernar antes de tiempo, dando por finalizada la temporada estival. No deseo acabar mi disoluta y feliz existencia de alfombra en la Zarzuela. Según nos vaya entrando el sueño, hagamos por recordar tiempos más propicios, en los que los reyes acababan sus días de cacería, como el visigodo Fabila, hijo de Pelayo, devorado por un ancestro nuestro y de Mitrofan.

Nicola Lococo
Gara

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24 de febrer 2007

Barcelona's right-back philosopher out to make world a better place

A crowd gathers in the sunshine at the Camp Nou, hoping for a glimpse of their heroes - a fleet of luxury cars pulling away to cheering and applause. A BMW here, a Mercedes there, a Hummer, a Ferrari, a Porsche or two ... and a van. Yes, a van. It is not your typical footballer's car, but then the driver is not your typical footballer.

Oleguer Presas rejects suggestions that he's different and is uncomfortable with labels. Sitting in the bowels of the Camp Nou while he explains his beliefs in a soft, thoughtful voice, it is apparent that facile descriptions do him little justice, but there's no escaping the fact that he stands out - and not just because of the beard. Instead, Oleguer stands out because he speaks out.

The Barça right-back is a committed campaigner, an economics graduate who contributes to cultural and political journals with carefully elaborated articles, he supports Catalan literacy crusades and Catalan independence, and dedicated the only goal of his career to a fourteen year old from Sabadell who had been arrested for protesting against the mayor. He is the author of a book called Camí d'Itaca (The Road to Ithaca), which deals with everything from the Franco years to the war on terror and even anorexia.

He is also the author of an article entitled De Bona Fe (In Good Faith), which was published in Directa, a Catalan social journal, and then in the Basque newspaper Berria. In the article, Oleguer questions the independence of the Spanish judiciary, using the ETA terrorist Ignacio De Juana Chaos as an example of the hypocrisy of the system. It is a system he distrusts, right down to its party political representatives, insisting: "No party represents me. I feel closer to civil society than political parties; the only thing they really want from the people is a vote every four years. That's not the democracy I believe in."

Oleguer's article was a reflection on the state of law and De Juana was just one example, but the fall-out was intense. He was portrayed as supporting a convicted terrorist with 25 deaths on his hands. The press attacked him, the former Bolton striker Salva Ballesta said he deserved "less respect than a dog turd", and boot sponsors Kelme dumped him. When Barça visited Valencia, he was whistled and booed with every touch.

Wouldn't it have been easier to keep his mouth shut? "Yes," he says softly, "but life isn't easy. If we want a better world, we all need to roll up our sleeves. It's easy to moan to your friends and then do nothing. The consequences I suffer are nothing compared to what many people go through. What did sadden me, though, was that most didn't actually read the piece. If people engaged in dialogue with intelligence and disagreed, then fine, but they didn't."

And yet Oleguer is realistic enough to recognise that snap judgements are inevitable, that the headlines would focus on De Juana. It is a product, he believes, of a world where superficial imagery triumphs over analysis in wave after wave of information. "I often ask myself why we went to war in Iraq, why people weren't more scandalised by it, why they didn't do more when polls said they were anti-war. That's one of the great questions. But we live in a society where the news is voracious," he says. "There are stories that are hugely important but within a week they're forgotten.

"For me, it's shameful that [Iraq] was destroyed. And now they say: 'Oh, actually, no, there weren't any Weapons of Mass Destruction after all but we're going to stay here a while because there's such disorder'. But, that disorder was created by you! It's clear that there are imperialistic, economic and strategic interests behind the war but the news moves on and everyone focuses on something else. We have to stop and reflect a bit on where we are going, about imposing a more sustainable type of development, with genuine cooperation."

But doesn't football serve the same function, could it not be seen as a modern day opium of the masses? One to which Oleguer contributes? "It is helpful to rationalise the game, but football does matter," he says. "Because people give it importance."

And for Oleguer, nowhere is that more significant than at Barcelona, the club that presents itself as a Catalan flagship, an anti-Francoist resistance force. Oleguer writes in his book that: "When Barcelona win the league, we become the Army of joy finally able to face up to [Franco's troops]. We imagine ourselves halting that pack of tanks, responding to their bullets with song, laughing in the face of the fascist ire."

It might sound far fetched, and Barça's history is far less clear-cut than the official version would have it, but at least with Oleguer there's no shallow lip service to the legend, no ¡Visca Barça, Visca Catalunya! Now, where's my cheque?. "For me, Barcelona is genuinely special," he says. "It is the invocation of a country, representing Catalan identity and culture. Barça was a conduit for a feeling when people could not express themselves and for me it's a dream to be here at such a successful time."

In Good Faith, by Oleguer Presas (translated by Sid Lowe)

Ignacio De Juana Chaos has spent the last twenty years in jail. Reduced according to the penitentiary rules put in place by the previous government, he had been condemned to an 18-year sentence for the crimes he committed. However he remains in jail on remand, pending the final resolution of the case which has been opened against him because of two articles published in the newspaper Gara. The high court [Tribunal de Audiencia Nacional] judged that in those articles, De Juana Chaos committed the crime of making terrorist threats and condemned him to 12 and a half years in jail. De Juana Chaos has decided to go on hunger strike in protest against that ruling and is prepared to take his protest to the ultimate conclusion [his death].

The State of Law [estado de derecho] - that phrase that has been repeated so many times you would think it was an advertising campaign - does not permit the death sentence nor life imprisonment. Likewise, there is no room for euthanasia. I will allow myself to be guided by good faith and will therefore presuppose that the State of Law has not stopped trusting in its own laws and still does not want to impose the death sentence or life imprisonment. Guided by that same good faith, I will assume that there is no political intention to make euthanasia legal. I will suppose, again guided by good faith, that the content of De Juana Chaos's articles is sufficiently explicit and unambiguous as to keep a man in jail, despite the risk that he may die there. I would like to believe that in the State of Law freedom of expression exists and that in this case, just as in the Egunkaria case or in the case of the actor Pepe Rubianes (to cite just two examples), there is sufficient evidence to try those involved. If that were not so, everyone would be protesting long and loud like they do when freedom of expression is denied in other countries, such as Morocco, Cuba or Turkey. Good faith obliges me to believe that in the State of Law, justice is equal for everyone, that political pressure has no part to play and that judicial independence really does exist; that when the Minister of Justice Lopez Aguilar announces, in reference to the De Juana case, that "the government will construct new punishments and sanctions to avoid such releases", those words have no influence on the judicial sentence.

Actions speak louder than words, they say. Well, David Fernàndez in his book Crónicas del 6 y otros detalles de la cloaca policial, informs us of the following events: the ex-Civil Guard General and the man responsible for the horrors of Intaxaurrondo, Enrique Rodríguez Galindo, was condemned to 75 years in jail for the assassination of Lasa and Zabala but served just over four years, claiming health problems. Julen Elorriaga was also released for health reasons: condemned to almost 80 years in jail, he served just 3% of his sentence. After conning the whole of Spain, De la Rosa is able to enjoy a generous house arrest because of depression. Rafael Vera, condemned to 10 years in jail for the GAL-led kidnap of Segundo Marey, spent just eight years in jail for the same reason ...

David, in his book, talks mainly about torture and torturers; about how the justice system seems to see different degrees of severity based not on the crime but the perpetrator of the crime; about how the media machine works so as to criminalize certain forms of dissidence and not others; of how the police create the evidence necessary to implicate people according to their political interests; of how the government does not want to know about the reports put together by the United Nations' special investigators on torture or even hear about organisations like Amnesty International, who have claimed that in this [Spain's] State of Law, torturing does take place.

But now, on top of all that, it turns out that the attorney's office from the Audiencia Nacional has asked for the Egunkaria case to be dropped because, they allege, there is no proof. It turns out that, in November 2004, a court in Strasbourg condemned the Spanish state for "not investigating" the tortures denounced some twelve years earlier by 17 supporters of Catalan independence - it was necessary to silence discordant voices during the Olympic Games. It turns out that, in November 2005, Zapatero pardoned four policemen from Vigo who had been suspended and sentenced to 2-4 years for beating, insulting and humiliating the Senegalese citizen, Mamadou Kane. It turns out that Aznar had done the same in December 2000: 14 policemen convicted for torture were pardoned. One of them was a reoffender. It turns out ...

... that I do not know what to think. Too often the State of Law has dark spots which make me doubt. It smells of hypocrisy. And too much hypocrisy can make you lose that good faith.

Sid Lowe
Wednesday February 21, 2007
Guardian

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16 de febrer 2007

Miquel Calçada a TV3, tant de bo!

L'altre dia, un article de Quim Monzó oferia una solució al director de TV3 per remuntar el telenotícies vespre: fitxar Miquel Calçada. Tenint en compte la trajectòria de l'articulista, convé d'aclarir que la proposta era seriosa. I tot i que hi ha una norma no escrita que diu que la millor manera d'aconseguir que algú no arribi a un càrrec és de publicar-ho als diaris, seria una excel·lent notícia que aquesta fos una excepció. Parlo, és clar, pels qui voldríem que la nostra televisió ens expliqués el nostre país i la resta del món des d'una perspectiva nacional, i no pas anacional, o postnacional, o encara pitjor, importada.

TV3 necessita de manera urgent no pas un Miquel Calçada, sinó uns quants. I no pas per remuntar el telenotícies vespre, que també, sinó per recuperar la raó de ser de la cadena. Certament, als serveis informatius, hi calen periodistes, caps de secció, editors i presentadors que siguin conscients que treballen a la televisió nacional de Catalunya i no a la televisió nacional a Catalunya. Vet aquí el petit matís d'una preposició. En l'àmbit radiofònic, aquesta ha estat la diferència històrica entre Catalunya Ràdio i Ràdio 4, tal com queda patent als respectius eslògans. El de Catalunya Ràdio, per cert, va sobreviure al pas de Montserrat Minobis per l'emissora, que el va voler suprimir.

Miquel Calçada i alguns altres periodistes saben que el govern central no és el de Madrid, perquè saben també que el dia que el centre del nostre país sigui realment Madrid, ja no ens caldrà TV3. I saben que València i Palma són més a la vora de Sant Joan Despí que no Terol i Sevilla. I creuen que els ciutadans d'aquest país també tenen dret de saber què passa a París i a Berlín, fins i tot si és en detriment de la darrera batalleta política de la capital del regne. I parlant de regnes, saben també que quan una infanta borbònica es casa, o es passeja pel món, o plora, la infanta no és nostra, sinó d'ells, i per tant potser no cal que TV3, la nostra, se'n faci ressò com si ho fos.

Com més va, més TV3 fa igual que la resta de cadenes, però en català i, si molt convé, en castellà, per assemblar-s'hi del tot. L'any 1983, quan va començar a emetre, TV3 va ser una eina indiscutible d'inclusió social i lingüística. Actualment, la qualitat de l'idioma va de baixa i la presència del castellà va en augment. Algú hauria d'explicar a Júlia Otero, per exemple, que no serà pas menys ciutadana del món si convida algun personatge catalanoparlant al seu programa, i que l'Ondas segurament que li donaran igual. Però, sobretot, hauria de saber que entrevistant els Estopa en espanyol, quan ells fan l'esforç inicial de respondre en català, es carrega de cop la tasca de totes les campanyes de conscienciació hagudes i per haver. Això, no ho salva ni la Queta! Ja poden anar pagant campanyes els mateixos que paguen TV3 i el sou de la Sra. Otero. El missatge és clar: el català, cosa de pocs. I si ets nouvingut, no cal que l'aprenguis, perquè, si un dia et conviden a TV3, tampoc no te'l deixaran parlar.

Però no és sols amb la llengua que TV3 va de mal borràs. Salvador Cardús ha insistit sovint en la importància de TV3 i de la resta de mitjans de la CCRTV a l'hora de construir el marc de referència nacional. El nostre imaginari col·lectiu, els herois de la quitxalla i els ídols dels adolescents, la qualitat de la nostra parla, els nostres referents esportius i les nostres actituds i opinions són determinats en bona part, aquí i a tot arreu, pels grans mitjans de comunicació nacionals. Doncs bé: ara i aquí, la crua realitat és que TV3 ha degenerat, o l'han fet degenerar, fins a convertir-se en un instrument més d'espanyolització. Una espanyolització a voltes subliminal i sovint descarada, a voltes producte de la inèrcia i sovint induïda.

D'exemples, n'hi ha cada dia. Víctor Alexandre hi ha reflexionat i va tenir la paciència d'aplegar-ne alguns al llibre 'TV3 a traïció', però n'hi ha prou d'engegar el televisor per a fer-ne una nova llista. De debò necessitem un enviat especial a Jaca per informar de l'assassinat de l'alcalde de Fago? Les picabaralles entre Zapatero i Rajoy han de passar al davant de les de Montilla i Mas? El punt de referència sempre ha de ser Madrid? No pot ser mai París, Londres o Berlín? Després de la inevitable informació diària sobre el Barça ens han d'explicar també com ha anat l'entrenament del Reial Madrid? El 3/24 ens ha d'obsequiar cada setmana amb la transmissió en directe de la conferència de premsa posterior al consell de ministres del govern espanyol? No podríem reduir una mica la sobredosi de sang i fetge limitant-nos a les carnisseries autòctones? I gira i tomba. Dels darrers mesos, la meva perla preferida és una que porta per títol 'CDC s'expandeix per primer cop fora d'Espanya constituint una seu a la Catalunya Nord'. La tinc guardada: és del 3 de desembre de l'any passat.

Si hi hagués alternativa, la solució seria canviar de canal, però la persecució a la qual sotmetem el castellà al nostre país fa que les alternatives siguin majoritàriament en aquest idioma. No defallim, però. Mentre hi hagi debat, hi ha esperança. Sempre ens queda el consol de considerar-nos afortunats en comparació amb els nostres compatriotes que han de sofrir IB3 i Canal 9. O bé podem veure el got mig ple i pensar en la Mònica Terribas, el mapa del temps i programes com 'Caçadors de paraules'. I potser fins i tot, algun dia, la pluja fina arribarà als despatxos de la CCRTV i de Sant Joan Despí.

Martí Estruch Axmacher, Mail obert

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Filosofías catalanas

Desplazándome por uno de esos antros de confusión y fastidio en que se han convertido los aeropuertos, en el caso el barcelonés, leo en un quiosco este titular en la portada de nuestro periódico: "Barcelona vive atenazada, tiene miedo al riesgo". Y en letras menores capto el nombre de Madrid. Por lo que imagino de inmediato, de acuerdo con el registro tópico referencial catalán, que los Acebes, Aguirre, Umbral, cabalgan de nuevo.

Pero leo mejor y ¡asombro!, ¡quien lo dice es Joan Clos a un toro disecado contertulio de Enric Juliana!

A veces he oído que Clos era médico, pero ¿cuánto tiempo hace, y tuvo que buscarse trabajo, pagar el piso, el coche y la canguro? Si fue así, acaso sufra ausencias emocionales y ya no recuerda que el mejor o peor nivel de bienestar - y dejo aparte la angustia- de muchos barceloneses o el negocio abierto que algunos tengan se deben al trabajo y sacrificio de cada vecino, por lo que desean conservarlo, en especial a partir de una cierta edad y cuando se les ha ido la vida en ello, y entonces rechazan la suciedad y la violencia callejeras, los okupas, los inquilinos que no pagan, los ruidos, las incontroladas bandas juveniles inmigrantes e indígenas...

Pero todo ello, ni la sufrida losa del mileurista, no ha sido al parecer experimentado por Joan Clos, que además ha agravado la situación con sus largos años de alcalde indeciso, impreciso y bullanguero, cuando no envuelto en la inane y carísima palabrería de su Fòrum, el mayor fracaso cultural masivo europeo de los amenes del siglo XX.

Clos se alimenta, viaja y es ovacionado desde hace una eternidad de y por el carburante del socialismo, ¿ya tuvo su puesto médico gracias a ello? Es una pregunta, no una afirmación, y no resulta extraña pues es notorio que ese partido - y otros, también muy sociales y políticamente correctos- es muy dadivoso con el dinero y los cargos públicos para su militancia y sus currutacos y sicarios, sin que influyan para nada los méritos de trabajo de cada cual. Entonces no es raro que Clos, ministro ahora de lo que fuere, ¿qué es?, ignore o le importe un pito la existencia entre aperreada y nacionalizada de tantos barceloneses, y aspire a pasárselo más entretenido contemplando cómo, por ejemplo, se les cae el balcón, cagan en la plaza de la Mercè o felicitan a los atracadores de su tienda, a fin de asumir los riesgos ésos que deleitan la filosofía de Clos.

Constatado pues lo precedente, se revela de una lógica incluso eufórica que los jóvenes catalanes aspiren sobre todo, como ha constatado una encuesta, a ingresar en la Administración, y a manifestarse, según expone la praxis, con las políticas progres.


Baltasar Porcel, La Vanguardia, 14-02-2007

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